Gudman Chalá: “El esfuerzo y la dedicación son el camino al éxito”

13 / 03 / 2020

El atleta siempre se ha enfrentado a retos deportivos, pero ahora tendrá un desafío educativo gracias a una beca del programa “Nuestro Futuro, Nuestros Sueños”.

Gudman Chalá

Esfuerzo y dedicación son dos palabras que marcan la personalidad de Gudman Chalá. El deportista, de 42 años, ha tenido que enfrentarse a muchos retos en su vida. Uno de los desafíos más grandes fue demostrarle a su padre que el deporte algún día lo iba a llevar lejos. ¡Y así fue! Ahora es un atleta mundialista, militar y forma parte del equipo de seguridad de la Vicepresidencia de la República del Ecuador.

Ahora se prepara también para encarar otro gran reto, en su afán de superarse día a día y mejorar su formación profesional. Podrá cursar una Maestría en Terrorismo Internacional en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), gracias al programa “Nuestro Futuro, Nuestros Sueños”, promovido por la Fundación Cofuturo.

Una pasión desde los 14 años

A los 14 años, estaba convencido de que sería jugador de fútbol profesional. Todos los días entrenaba duro para las ligas menores del Deportivo Quito. Pero nunca se imaginó que el atletismo sería el deporte que reemplazaría su primera ilusión.

Un día, cuando llegó a casa, encontró sentado en su sala al entrenador de atletismo de sus dos hermanas mayores. Miró a Gudman y le dijo: “Tú te vas a comer el mundo” y lo invitó a entrenar con él. En ese momento no entendió lo que le quería decir ese hombre, pero con el tiempo se dio cuenta que esas palabras lo llevarían a alcanzar grandes logros.

Gudman empezó a entrenar atletismo e inmediatamente destacó en el salto de altura. A los dos meses de preparación fue a su primer Campeonato Sudamericano en Chile.

Subirte a un avión y vestir la camiseta de Ecuador a los 15 años fue algo que me impactó. Desde ese momento decidí que me dedicaría al atletismo para siempre

Durante su carrera obtuvo la medalla sudamericana en juegos universitarios. Fue campeón sudamericano Máster en 2012 en salto alto y campeón sudamericano en salto triple. Además, fue dos veces quinto en el mundo en Corea 2017 y en el Mundial de Polonia 2019. Justamente en Polonia, el atleta registró un salto de 1.80 metros en la categoría de 40 a 44 años. Su último logro lo obtuvo en el 2019 en el Campeonato Iberoamericano en Lima, en donde ganó el primer lugar.

 

A pesar de todos sus logros y reconocimientos deportivos, continúa siendo humilde, pero -sobre todo-, agradecido con el atletismo. Desde muy joven estuvo convencido de que el deporte era su vida y que le daría muchas satisfacciones. Pero su padre no pensaba igual. A pesar de las medallas de oro que llevaba Chalá a casa, no estaba contento. El motivo de su disconformidad era que su hijo no obtenía ganancias económicas para poder sustentarse.

Una tarde, Gudman reunió a su familia y les contó que -debido a su buen desempeño como deportista-, obtuvo una beca de la Infantería Marina para formarse como militar. En ese momento su padre reconoció que todo el tiempo había estado equivocado y que el esfuerzo que hizo el atleta valió la pena. Él siempre soñó que su único hijo varón sea militar. Gudman recuerda riendo que cuando el camión de las Fuerzas Armadas pasaba por su barrio para invitar a los jóvenes a la conscripción, él gritaba “Mi hijo está aquí, vengan a verlo”.

Pero esa retribución no fue la única, Gudman también se hizo acreedor de una beca en la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE). Allí estudió una carrera en Deportes y Educación Física. Y también se destacó al formar parte del equipo de básquet. En esa época la universidad logró ganar el Campeonato Nacional durante 5 años seguidos.

La llamada del Gobierno Nacional

Y así fue transcurriendo la vida de Gudman entre el deporte y su carrera militar. Hasta que en el 2017 recibió una llamada por parte del Gobierno Nacional. Le ofrecieron formar parte de la seguridad del Ministro de Defensa, Miguel Carvajal. Gudman aceptó enseguida y en ese momento recordó que siempre le había llamado la atención el trabajo que desempeña la gente de seguridad. Gudman recuerda a los hombres vestidos con trajes, gafas negras y un audífono en el oído que aparecían en las películas como El Guardaespaldas, y sonríe al darse cuenta que ahora es uno de ellos.

Actualmente trabaja como parte del equipo de seguridad del vicepresidente del Ecuador, Otto Sonnenholzner. Y a pesar del tiempo que le debe dedicar a su trabajo continúa entrenando atletismo y participando en competencias. El próximo año viajará a Canadá para participar en el Campeonato del Mundo, donde espera obtener buenos resultados.

 

Pero este no es el único reto que tiene Gudman. En breve afrontará otro gran desafío educativo en su vida. A través del programa “Nuestro Futuro, Nuestros Sueños”, promovido por la Fundación Cofuturo, Gudman podrá seguir la Maestría en Terrorismo Internacional en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). “Estoy contento porque aprenderé más sobre seguridad y técnicas para identificar posibles ataques y atentados”, afirma.

 

Para Gudman es importante hacer deporte, pero es aún más fundamental combinarlo con los estudios. “Uno no siempre podrá vivir del deporte, pero sí de los estudios”, opina. Además, busca ser un ejemplo para su hijo de 5 años. Quiere enseñarle que el esfuerzo y la dedicación en cualquier actividad elegida ya sea en una carrera deportiva o educativa- son claves en el camino hacia el éxito.